|| Tacatá, ¿sí o no?
Las dudas sobre si utilizar o no un tacatá son algunas de las más frecuentes que nos plantean los padres en la consulta.
Todavía es habitual encontrar opiniones que afirman que es un buen aliado para el desarrollo de nuestro bebé, que en todo caso el riesgo está sólo en posibles caídas y golpes, y que dependiendo de la disposición de nuestra propia casa y con una supervisión adecuada es posible evitar accidentes.
Sin embargo, los problemas que el uso prolongado de tatas puede ocasionar a los bebés van mucho más allá de un accidente ocasional y están directamente relacionados con su desarrollo motor. Por eso es importante conocer las principales razones por las que se desaconseja categóricamente el uso del tacatá.
|| Problemas a nivel de desarrollo motor
«El uso prolongado del tacatá retrasa y/o altera el desarrollo de la coordinación y el sentido del equilibrio, creando puntos de apoyo erróneos para los bebés, que necesitarán cuando quieran caminar sin este apoyo.
Retrasa la aparición de la sensación de peligro en el bebé al proporcionarle un apoyo que le permite moverse con relativa rapidez y de forma indiscriminada.
» Crea una sensación de miedo en el bebé cuando tiene que empezar a moverse de forma independiente.
«En un momento en el que los bebés están empezando a descubrir el mundo que les rodea y necesitan estar en el suelo, explorando, respondiendo a los estímulos de su entorno y desarrollando su musculatura, el uso prolongado de la tacata no favorece la adquisición de determinadas etapas o habilidades motrices fundamentales para su desarrollo. En particular, no favorece el gateo y los beneficios que éste conlleva.
|| Problemas a nivel muscular
El tacatá pone al bebé en una posición forzada de piernas y caderas para la que aún no está preparado. Esto puede provocar un desarrollo incorrecto y desequilibrado de los músculos del bebé.
«Si es demasiado alta para el bebé y sus pies no llegan al suelo, puede obligarle a ponerse de puntillas, lo que puede provocar posibles retracciones musculares en el futuro.
«Si es demasiado baja y el bebé arrastra los pies, se pone de rodillas, lo que aumenta el riesgo de esguinces. En este sentido, los bebés nacen con una curvatura fisiológica de las piernas debido a la posición que ocupan en el vientre materno, que se corrige durante los tres primeros años y como parte de su desarrollo motor. Si les forzamos a adoptar posturas para las que no están preparados, como en el caso del tacatá, podemos acentuar esta curvatura y provocar problemas musculares o esqueléticos más adelante.
|| Caídas y Golpes
El Tacatá ofrece a los bebés una movilidad para la que aún no están preparados, con todos los riesgos que ello conlleva.
«Les permite impulsarse sin control con posibles problemas de frenado, lo que les expone a golpes y aumenta la probabilidad de una caída por vuelco de la propia tacata.
«Les proporciona mayor altura y la posibilidad de alcanzar terrenos más elevados, lo que les permite lanzar todo tipo de objetos.
«Por estas razones, es especialmente peligroso cuando hay escaleras cerca.
|| Evita siempre el riesgo
|| Antes se usaba siempre el tacatá y no pasaba nada ||
|| Con mis hijos he usado mucho el tacatá y no han tenido ningún percance ||
Es mejor no confiarse en este ámbito y ser siempre prudente al consultar opiniones o buscar consejos en Internet, en blogs que a menudo están patrocinados por determinadas marcas.
Es cierto que el uso del tacatá no siempre deja marcas o provoca accidentes, pero el riesgo es lo suficientemente grande como para no exponer a tu bebé a él. Confía siempre en los consejos de los profesionales.
|| ¿Qué otras opciones hay?
Para los niños que empiezan a levantarse solos y a dar pasos con mayor o menor seguridad, podemos elegir dos alternativas que no tienen las contraindicaciones del tacatá y pueden ser buenos aliados para su desarrollo en esta etapa:
» Los Correpasillos
⇒ El niño se desplaza hacia delante sentado, utilizando las piernas.
⇒ Garantizan la independencia de movimientos.
⇒ Distribuyen uniformemente el peso del niño entre las dos piernas.
⇒ La vigilancia es importante en caso de caída.
» Los Andadores
⇒ El niño los empuja y se agarra a ellos mientras camina.
⇒ Les permiten moverse a su ritmo y con más seguridad.
⇒ Es importante tener en cuenta su peso. Si son demasiado ligeras, pueden alcanzar velocidades excesivas y contribuir a las caídas. Para evitarlo, pueden hacerse pesados.
Aunque los andadores y los cochecitos son buenas alternativas, el suelo es la mejor herramienta para el desarrollo de nuestro hijo, siempre que esto sea posible y podamos proporcionarle un entorno controlado bajo la supervisión de un adulto. El mejor recurso siempre será elegir colchonetas de actividades o mantas donde podamos acompañarle en su juego mientras aprende a explorar y desarrollarse de forma independiente, poco a poco.